Hola de nuevo a todos (200 y pico ya)

Hoy quiero comentar sobre una charla que he tenido con mi padre esta mañana, mientras le acompañaba a unas gestiones, en su coche. Es normal que saliese el tema del paro, de la situación económica del país y todo esto que hoy nos tiene tan preocupados (deberíamos estarlo, al menos)

Mi padre empezó a darme su opinión al respecto de la situación. Hablaba sin apartar las manos del volante y sin girarse a hablarme, como si fuese una reflexión en voz alta:

– Juan, la situación va a empeorar en cuanto acabe el verano, y no se va a arreglar con un cambio político, si lo hay.
La era del «trabajo para toda la vida» se acabó, ha tocado a su fin. No sé como lo va a hacer la gente para poder cobrar las pensiones, la Seguridad Social necesita un cambio radical en su sistema de «sostenibilidad».

Continuaba diciéndome que a sus padres les tocó prepararse la jubilación de una manera muy particular, ¡¡ TENIENDO HIJOS que los mantendrían a la vejez!!
La siguiente gereración tuvo que hacerlo de manera diferente: la mujer española empezó a trabajar fuera de casa y ya no era posible (por esa y varias razones) tener demasiados hijos y mantenerlos en un estado de «bienestar-consumismo» que permitiera vivir a tus descendientes mejor de lo que lo habías hecho tú.
La ventaja que tuvo mi generación -seguía mi padre- es que podíamos optar a un TRABAJO PARA TODA LA VIDA. Las hipotecas se podían pagar en 15 años, con 25 años de edad las parejas ya habían concebido una media de dos hijos, con 40 años podías pensar en una segunda vivienda (nuestro famoso sentido de la «propiedad») o en ahorrar para la jubilación, algo que realmente no preocupaba mucho a nadie puesto que el estado de bienestar que supondría muchos trabajando en la base de la pirámide demográfica iba a repercutir en una feliz y bien pagada jubilación y…en fin, TODO IBA BIEN.

¡PERO LLEGAMOS A LA SIGUIENTE GENERACIÓN! la tuya -decía mi padre- y se acabó el tener hijos, las hipotecas a 15 años, el trabajo para toda la vida, y una jubilación digna.

– Juan, lo vais a pasar mal si no hacéis algo (y entendí que no se refería a mí y a mi hermano en concreto sino a mi generación)
– Estoy de acuerdo papá, y créeme que no solo estoy haciendo algo sino que estoy haciendo una labor de difusión de los conocimientos que la gente de a pie necesita para mañana tener una vejez en condiciones económicas normales.

Esa ha sido la reflexión de mi padre en esta soleada mañana y no me quiero extender, pero quiero hacer referencia a dos cosas, mi otro blog, donde escribí hace pocos días este artículo titulado «1», y una frase de Einstein que decía: «No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicárselo a tu abuela.»

Si mi padre ha entendido la situación económica del país, vamos a tomar medidas porque ahora empieza lo «bueno».

Por favor, utiliza los botones de más abajo para que tus contactos de las redes sociales lean esta reflexión y empiecen a tomar medidas. Espero que no les deje indiferentes.

Salu2